miércoles, 8 de febrero de 2012

¿Cuál es la diferencia entre la dislexia y el retraso lector?


D ificultades en los pro ceso s de aprendizaje inicial.

Las dificultades en el reconocimiento de palabras, cuando se dan, imp iden que se avance en los procesos lectores superiores, de comprensión. E s por esto que los fallos en los procesos de reconocimiento se han co nsiderado siem pre com o los más "específicos de la lectura", y los de comp rensión se traten y d enominen p or separado. E n cualquier caso, ésta es una diferenciación q ue responde más a lo expo sitivo que a lo real. E n este sentido, recom end am os no perder de vista que los mecanismo s de análisis sintáctico y semántico tamb ién se aprenden y se enseñan. Y que en ellos se p ueden d ar tanto dificultades específicas (no asociadas a déficits co gnitivos, p erceptivos, de aprendizaje o de estimulación), como retrasos en su dominio.


Retraso lector

U n niño que tiene un retraso en lectura, de causa conocida (intelectual, m otivacional, ambiental, ...) y que, por tanto y sob re tod o, tiene dificultades en otras áreas curriculares, no es un niño d isléxico. E s un niño co n retraso en lectura. Ahora bien, por supuesto en este caso tam bién está fallando algún componente del pro ceso lecto r, por lo que no está de más tomar la inform ación ya ofrecida en el apartado anterior como referencia para el diagnóstico y, sob re tod o, para la ayuda educativa.

R etraso en el reco no cimiento de p alab ras.

El patrón lector de un niño retrasado no difiere cualitativamente del patrón de un niño lector normal. La diferencia radica en los resultados cuantitativos: bastante peores que los de un compañero de la misma edad (menor número d e palab ras leídas, mayor número de errores...). Pero si comparamos a este niño con retraso lector co n otro de su mismo nivel lector (no d e su misma ed ad cro no lógica), no se encuentran prácticamente d iferencias. E s más, se pued e observar que los errores de los retrasad os y de los que progresan a buen ritmo se distribuyen en un porcentaje similar: a) mayor número de errores con las pseudopalabras que con las palabras; b) mayor número de errores con las palabras poco frecuentes que con las frecuentes; c) mayor número de errores con las palab ras abstractas que en las concretas; d)  similar número de errores en la palabras función y las de contenido.

 Retraso en el procesamiento sintáctico y semántico.

E n algunos niños pued e suceder que sea el pro cesamiento de las oraciones el responsable de su retraso lector. E s decir, aun siendo capaz de leer palabras aisladas, un sujeto puede no comp render las frases y los textos. E ste es un problema que se asocia considerablemente con las dificultades de aprendizaje y de aprovechamiento de la vida acad ém ica. D ad a su relevancia, hem os ded icado un cap ítulo ap arte a la lectura co mprensiva de textos.

D islexia

La D islexia es un término que surgió de la patología médica y servía para designar cierto tipo de perturbaciones que padecían algunas personas adultas en lectura, debidas a lesiones neurológicas sufridas después de haber sido lectores hábiles. E stas dificultad es solían ser en su m ayo ría en los procesos de reco no cimiento, aunq ue tam bién se describieran algunos trastornos de procesos más superiores. M ás tarde se aplicó esta misma etiqueta a los niños que, aun sin pad ecer lesión cereb ral, manifestab an las m ismas dificultad es lectoras q ue aq uellos ad ultos.

D e esta forma, tenemos dos poblaciones de disléxicos claramente diferentes: las dislexias de origen orgánico- neurológico, co n sus causas claramente d elimitadas, y las dislexias d e o rigen d esconocido , cuyas causas no p arecen ser neurológicas, pero tamp oco intelectuales, socio-amb ientales, perceptivas, psicom otrices... A las primeras se les suele deno minar dislexias adquiridas, puesto que es una dificultad que surge tras haber tenido el sujeto algún nivel lector; y a las segund as se les suele deno minar dislexias evolutivas, porq ue se dan en el período en el que el sujeto debería aprender a leer, y son a las que nos dedicaremos en este capítulo. Se puede consultar la descripción de algunos ejem plos en D efior (1996).


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